Este sábado 23 de noviembre del 2024, se presentaron en Lima diversas marchas y protestas contra las violencias hacia las mujeres, con mayor razón (y dolor colectivo) por la forma cruel en que ha sido asesinada Sheyla Cóndor. Sin embargo, han habido expresiones divisionistas sobre que la marcha programada desde hace varias semanas debió cambiar la ruta, una ruta calificada de "blanka" por quienes hicieron y difundieron dicha publicación. Nada más lejos de ese calificativo.

¿El movimiento que va contra la violencia gineco-obstétrica, el que agrupa a las mujeres con discapacidades, el que agrupa a las mujeres migrantes maltratadas, las batucadas, la marea roja, llamas moradas, las que se encargaron de hacer el tendedero de denuncias, el movimiento estudiantil universitario de mujeres, las mujeres voluntarias de Manuela Ramos, las integrantes de partidos de izquierda, las mujeres de Yuyashkani, las jóvenas encapuchadas que exponen su integridad haciendo grafitis en paredes y veredas, las mujeres trans (que muchas veces no tienen un trabajo por varios años) son “blankas”? NO. La marcha incluye tanto a mujeres que viven en Carabayllo como de Santa Anita y otros puntos, incluyendo obviamente a las de Lima Centro, y de todo origen.

¿Fueron sólo mujeres de organizaciones? Tampoco. Ni siquiera que estén en el ambiente feminista. Va gente que se identifica con el tema de la protesta y que también ha sido golpeada por la violencia hacia las mujeres, como la familia que conocimos, con bebé en brazos y lactando, que va todos los años porque a una de sus niñas la violaron.

¿La ruta siguió en San Isidro? No. La ruta comenzó en San Isidro. Lo que se buscó era pasar por la Avenida Arequipa. Eso fue lo que se siguió. ¿Gente blanca en la ruta? Tan blanca como quienes deben(mos) usar el corredor azul para ir al Rímac, a Cercado de Lima, a Surco Viejo (esa zona a la que no se puede entrar si no se conoce). Pasar por la Av. Arequipa significa tener un espacio para acercarnos a personas de diversos orígenes y zonas de Lima. Ir al centro de Miraflores un sábado en la noche significa llegar a personas que van de diversas partes de Lima a disfrutar el único espacio libre y “seguro” para distraerse de su esclavizante ritmo laboral, y que no le interesa los problemas sociales: gente que necesita ser sensibilizada también.

¿Saben que la MML no permitió hacer la marcha en el centro de Lima? No lo permitieron, así como también intentaron bloquear la Marcha del Orgullo en junio. Ya sabemos que estamos en un gobierno facho. ¿Qué de raro es que se tenga que hacer marchas en otras zonas relativamente centrales de Lima, en vez de la tradicional que parte de Plaza San Martín? Incluso, la ruta Plaza San Martín-Abancay ha sido criticada en las reuniones feministas de organización para el 8M y 25N desde hace tiempo. Históricamente, ya las marchas pulpines de fines del 2014 tomaron varias avenidas principales, como la Arequipa, precisamente para visibilizar la protesta fuera de la zona en la que no están las personas que deciden el futuro del país.

En general, TODA LIMA debe ser sensibilizada. TODA. Desde La Molina hasta Independencia, Carabayllo, Pachacamac, y también el Callao hasta Ventanilla y Mi Perú. Y TODO EL PERÚ, porque bien que protestan por las injusticias del capitalismo asesino, pero no por las muertes y violaciones a las niñas y mujeres. Tenemos un país con 20% de creyentes cristianos no católicos, muchxs de ellxs adormecidxs por las mentiras de las iglesias que sólo quieren borregxs a quienes sacar dinero. ¿Cómo no vamos a necesitar sensibilizar a toda la población peruana?

Pero nada logramos creyendo las mentiras del patriarcado, patriarcado que también es ejercido desde las mujeres.

AL PATRIARCADO NO SE LE SIGUE EL JUEGO: SE LE CORTA EL CAMINO.

En vez de pensar en que una marcha está bien y la otra mal, ¿por qué no nos ponemos a pensar y crear varias marchas a la vez, de modo que se llegue a toda la población peruana, empezando por todo Lima y Callao? Lo sucedido este sábado 23 estuvo bien: una protesta muy sensible en el centro de Lima, con destino a la DININCRI, otra recorriendo una arteria principal de Lima Centro, otra en Villa El Salvador, y otra en Comas.

¿Por qué no pensar de que esto puede ser un buen comienzo, en vez de estar escribiendo de la misma forma como los machitos que nos violentan?

Decía Silvia Federici que las mujeres llevamos nuestros dolores al activismo de mujeres y feminista. Es normal, pero debemos reconocerlo y limitarlo. El patriarcado nos quiere divididas. NECESITAMOS MANTENERNOS UNIDAS.

Recomendación de lectura: Libro de Silvia Federici Ir más allá de la piel (2022), epílogo Sobre la militancia gozosa: https://traficantes.net/sites/default/files/pdfs/TDS_map77_ir%20mas%20alla_interior_web.pdf