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Migración: Inferioridad e invisibilidad (1)

Publicado: 2022-11-24

Hace 11 años, durante un curso que nos dictó el profesor Guillermo Nugent en Sociología, nos explicaba los dos tipos de movilidad social según la sociedad donde se producía.

La primera es la que sucede en la mayoría de países de América Latina (no sé si será lo mismo en Argentina y Chile). Es bastante frecuente que haya personas que son primeras generaciones de graduadxs universitarixs en sus familias. A pesar de todas las críticas fundadas que podamos tener a universidades tipo UCV y de menor nivel, el aporte que dan a la movilidad social es modificar la estructura social que, si bien requiere nuevxs pobres para mantener el capitalismo salvaje periférico, genera un cambio de posiciones sociales constante.

Algo parecido pasa con quienes ostentan poder local por algunas horas del día, debido a su trabajo. El ejemplo que hace 11 años nos puso fue del señor de las llaves de la facultad. Siendo una persona de origen humilde, estaba por encima de nosotrxs (estudiantes y docentes), dentro de una cultura autoritaria, para decidir cuándo se abría una puerta de salón o no. No se dependía de las normas que existían en papel, sino de la cercanía que había con él para lograr que hiciera un acto que satisfaciera nuestra necesidad de estudiar.

La segunda es la limitada movilidad social en países con democracia integral para sus nativxs, mas no para la población que es recibida. La población extranjera (aunque tengamos papeles que digan que sí somos parte del país) puede tener algunos servicios iguales a la población nativa, pero no puede ascender en la escala social.

La posición que le corresponde es la inferior, por debajo de cualquierx pobladorx nativx, en lo que respecta al lugar donde vive (localidad y habitación), a las relaciones que establece (de pareja, de trabajo, de amistades), a las posibilidades laborales y estudiantiles que se le permite acceder (aceptación limitada a algunos rubros, no a los que la persona aspira a acceder).

Las excepciones (ingenierixs, ITers, profesionales de ciencias exactas, gente joven) confirman la regla, lamentablemente, aunque se tenga posdoctorados.


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Escrito por

Estefanía Pomajambo Figueroa

Socióloga feminista, educadora, viciosa de los idiomas y del Twitter. Ando en medio del ambiente de ciencia y género.


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