Migración: Inferioridad e invisibilidad (2)
Conversando con una amiga psicóloga colombiana migrante sobre mi caso como migrante (por tercera vez) a Holanda, y corroborándolo con lo que a ella le ha sucedido y visto anteriormente, sociedades clasistas con limitada movilidad social (salvo excepciones) como la holandesa (aplica a muchos países germánicos y del norte global), mantienen su conducta histórica de dominancia/conquista a través de la recepción de migrantes con muy pocas posibilidades de alcanzar un nivel similar al que se tenía en su país de origen.
Aún más, "aceptan" de que gastemos nuestros ahorros en sus países, siempre y cuando seamos invisibles: no nos quejemos, no nos movamos, no preguntemos, no pidamos nada. Ni siquiera por recibir la fuga de cerebros que les permitiría contar con una mejor posición de poder global.
Es vivir en una humillación constante. Porque también es una humillación cuando, para que una pueda ser atendida por el médico de cabecera, antes tengamos que describir detalladamente todo lo que nos pasa a la asistente, con el fin de que, bajo su autoritaria decisión (sin consulta con lx médicx) decida si es que unx puede ser atendidx o solo debamos comprar un paracetamol en la tienda.